Senador Sanhueza cuestiona al Gobierno por avance del plan de salvaguarda de la artesanía en greda

El parlamentario solidarizó con la protesta de las artesanas de Quinchamalí, indicando que “el Ministerio de Culturas no ha informado adecuadamente cuál es el grado de cumplimiento del compromiso que el Estado de Chile asumió con la Unesco”.

En noviembre del año pasado, la alfarería de Quinchamalí y de Santa Cruz de Cuca ingresó a la Lista de Salvaguardia Urgente de la Unesco como patrimonio de la humanidad. Este gran hito, resultado de un trabajo riguroso de las comunidades por varios años, implicaba un compromiso del Estado de Chile para preservar dicho arte y cultura a través de un plan concreto de trabajo.
Sin embargo, a poco andar, el avance de dicho instrumento no ha cumplido con las expectativas de las artesanas, quienes decidieron protestar esta mañana en la explanada de la Gobernación Regional de Ñuble.

“La comunidad de Quinchamalí está reclamando que no se están cumpliendo compromisos del Ministerio de Culturas, como el acceso a la greda como materia prima principal, apoyo a la comercialización de productos y un adecuado trabajo para transmitir este arte a las nuevas generaciones. Nos parece delicado que el Gobierno no tenga respuestas satisfactorias ante estas demandas”, criticó el senador Gustavo Sanhueza.

El parlamentario recordó que “las alfareras han sido las artífices en todo este proceso, permitiendo a Ñuble contar con un patrimonio inmaterial de gran valor, con todo lo que significa esta tradición cerámica para nuestra historia, presente y futuro”.

Sanhueza confirmó que se activará la Mesa de Salvaguardia, con la participación de organismos públicos y artesanas. “Con el delegado presidencial hemos consensuado una primera reunión de trabajo para el próximo jueves, con el fin de evaluar el cumplimiento de las medidas y ejecutar acciones correctivas. Comenzaremos abordando el problema de acceso a la greda como materia prima”, aseguró.

El plan de salvaguardia comprometido por el Gobierno en la postulación a la Unesco incluye dos objetivos principales y siete líneas de acción, dentro de las cuales destaca la preservación de saberes, a través de acciones educativas; garantizar acceso a materias primas, como arcilla, piedras de pulir y estiércol; preservación del ecosistema territorial; protección de la propiedad intelectual de las piezas; mejor acceso de las mujeres artesanas al sistema de salud, entre otras exigencias.